Un narrador interno es aquel que forma parte de la historia que se está contando. Es un personaje que tiene conocimiento directo de los eventos y que ofrece su perspectiva personal en la narración. Este tipo de narrador utiliza pronombres en primera persona, como "yo" o "nosotros", para referirse a sí mismo o al grupo al que pertenece.
El narrador interno puede tener diferentes grados de participación en la historia. Puede tratarse de un protagonista, que vive y narra los eventos desde su punto de vista. También puede ser un personaje secundario que tiene una visión limitada de lo que ocurre, y que solo puede contar lo que ha presenciado o lo que otros personajes le han contado.
Por otro lado, el narrador externo es aquel que se encuentra fuera de la historia y no participa activamente en ella. Este tipo de narrador tiene un conocimiento completo de los eventos y puede ofrecer una visión más objetiva de la historia. Utiliza pronombres en tercera persona, como "él" o "ellos", para referirse a los personajes de la historia.
El narrador externo puede tener diferentes grados de conocimiento de los eventos. Puede tener un conocimiento limitado y solo contar lo que sucede frente a sus ojos, o puede tener un conocimiento omnisciente y conocer los pensamientos y sentimientos de todos los personajes.
La elección del narrador interno o externo es una decisión importante en la escritura de una historia. El narrador interno permite al lector ver la historia a través de los ojos de un personaje y conocer sus pensamientos y emociones. El narrador externo, por su parte, permite al lector obtener una visión objetiva de los eventos y ofrece una perspectiva más amplia.
El narrador interno es aquel que cuenta la historia desde su propia perspectiva y experiencia personal. A diferencia del narrador externo, que se sitúa fuera de la trama y relata los acontecimientos de manera objetiva, el narrador interno nos sumerge en sus pensamientos, emociones y percepciones subjetivas.
Este tipo de narrador nos permite adentrarnos en la mente del personaje principal y comprender su manera de pensar y sentir. A través de sus palabras, podemos conocer sus deseos, miedos, inquietudes y reflexiones más íntimas. El narrador interno se convierte, así, en un guía que nos muestra el mundo desde su punto de vista.
Es importante destacar que el narrador interno no siempre es un personaje en primera persona. Puede tratarse también de una voz en tercera persona que sigue de cerca los pensamientos y sentimientos de un personaje en particular. Esta modalidad narrativa permite una mayor conexión con el protagonista y una identificación más cercana con sus vivencias y experiencias.
En resumen, el narrador interno es aquel que nos cuenta la historia desde su perspectiva subjetiva, sumergiéndonos en sus pensamientos y emociones. Nos brinda una visión enriquecedora y personalizada de los eventos narrados, permitiéndonos conocer a fondo los mundos internos de los personajes y comprender sus motivaciones y conflictos.
Un narrador externo es aquel que se sitúa fuera de la historia que se está contando. A diferencia del narrador interno, este tipo de narrador no forma parte de los acontecimientos y le cuenta la historia al lector desde una posición externa.
El narrador externo puede ser omnisciente, es decir, que conoce todos los detalles de la historia y de los personajes. También puede ser un narrador limitado, que solo tiene acceso a los pensamientos y emociones de uno o varios personajes, pero no de todos.
Este tipo de narrador tiene la ventaja de poder dar una visión más objetiva de la historia, ya que no está influenciado por los sentimientos y prejuicios de los personajes. Además, puede ofrecer una mayor perspectiva al tener acceso a información que los personajes desconocen.
El narrador externo puede utilizar diferentes técnicas narrativas, como el diálogo directo, la descripción detallada de los escenarios y de los personajes, y el uso de metáforas y figuras literarias para crear ambientes y transmitir emociones.
En resumen, el narrador externo es aquel que se sitúa fuera de la historia y le cuenta los acontecimientos al lector desde una posición objetiva. Este tipo de narrador puede conocer todos los detalles de la historia y de los personajes, o limitarse a tener acceso a los pensamientos y emociones de algunos de ellos. El narrador externo ofrece una visión más objetiva y puede utilizar diferentes técnicas narrativas para crear una historia rica y envolvente.
En la narrativa, el narrador externo juega un papel fundamental en la estructura y desarrollo de la historia. Este tipo de narrador es aquel que se mantiene fuera de la historia y cuenta los eventos desde una perspectiva objetiva. Sin embargo, existen diferentes tipos de narrador externo que pueden variar según su grado de conocimiento y su relación con los personajes y los acontecimientos.
Uno de los tipos de narrador externo más comunes es el narrador omnisciente. Este narrador tiene un conocimiento completo de la historia, tanto de los pensamientos y sentimientos de los personajes como de los acontecimientos que ocurren. Utiliza un tono imparcial y objetivo al relatar la historia, brindando una visión más amplia y detallada de los eventos.
Otro tipo de narrador externo es el narrador limitado. A diferencia del narrador omnisciente, este narrador solo tiene conocimiento de lo que ocurre en la historia a través de la perspectiva y los conocimientos de un único personaje. Su relato está limitado a la percepción y experiencia de ese personaje, lo que puede dar lugar a una visión más subjetiva de la historia.
Por otro lado, también tenemos el narrador testigo. Este tipo de narrador es un personaje que cuenta la historia desde su propia perspectiva, basada en su propia experiencia y participación en los eventos. El narrador testigo puede ser un observador externo pero cercano a la trama, o puede estar directamente involucrado en los hechos que se narran.
En resumen, los tipos de narrador externo incluyen el narrador omnisciente, el narrador limitado y el narrador testigo. Cada uno de ellos aporta diferentes perspectivas y niveles de conocimiento a la narración, influenciando la forma en que los lectores perciben y comprenden la historia. El uso de estos diferentes tipos de narrador externo permite a los escritores explorar distintas dimensiones de los personajes y los acontecimientos, enriqueciendo así la experiencia de lectura.
Los 3 tipos de narradores son elementos clave en la estructura narrativa de una historia. Cada uno de ellos aporta una perspectiva distinta y única al relato, lo que influye en cómo se percibe y se desarrolla la trama.
El narrador en primera persona es aquel que cuenta la historia desde su propio punto de vista. Utiliza los pronombres "yo" y "nosotros" para referirse a sí mismo y a los personajes que forman parte de la historia. Este tipo de narrador nos permite tener una visión muy íntima y subjetiva de los eventos, ya que solo conocemos lo que él ha experimentado y lo que él piensa y siente sobre los demás personajes y situaciones.
Por otro lado, tenemos al narrador en tercera persona objetivo, quien se mantiene como un observador neutral de los hechos. Utiliza pronombres como "él", "ella" y "ellos" para narrar la historia, sin brindarnos acceso directo a los pensamientos y emociones de los personajes. Este narrador solo nos proporciona información factual, lo que limita nuestro conocimiento de las motivaciones y pensamientos íntimos de los personajes, dejándonos interpretar sus acciones.
Finalmente, está el narrador en tercera persona omnisciente, quien tiene un conocimiento completo de la historia y de los pensamientos y emociones de todos los personajes. Este narrador puede revelar información que los personajes desconocen, lo que nos permite tener una visión global y objetiva de la trama. Al tener acceso a la mente de todos los personajes, el narrador omnisciente es capaz de crear una perspectiva más completa de los eventos y ofrecer una visión más profunda de la historia en su conjunto.
En conclusión, los tres tipos de narradores (primera persona, tercera persona objetivo y tercera persona omnisciente) son elementos fundamentales para dar vida a una historia. Cada uno de ellos ofrece una perspectiva única que determina cómo se estructura y se comprende el relato, brindándonos diferentes niveles de información y profundidad en la narración.