Los neoclásicos eran un grupo de artistas, escritores y pensadores que surgieron a finales del siglo XVIII como una respuesta a la extravagancia y el exceso del movimiento barroco y rococó.
Estos intelectuales se inspiraron en los valores de la antigua Grecia y Roma para crear un estilo nuevo y más austero, basado en la razón, la claridad y la simplicidad.
Los neoclásicos pretendían recuperar el equilibrio y la armonía en el arte y la cultura, y para ello se centraron en la perfección de las formas y en la belleza universal y atemporal.
En la literatura, los neoclásicos se alejaron de los temas sentimentales y emocionales propios del romanticismo, y optaron por el uso de la razón y el sentido común, con una tendencia hacia la descripción de la realidad y el análisis crítico de la sociedad.
En definitiva, los neoclásicos fueron una corriente artística e intelectual que buscaba una vuelta a las fuentes clásicas para recuperar el equilibrio y la armonía en la cultura y el arte, y que tuvo una gran influencia en la cultura europea durante el siglo XIX.
Los neoclásicos se enfocaron en el estudio de la economía y defendieron la idea de que el mercado es capaz de alcanzar el equilibrio de manera automática. Para ellos, la economía de libre mercado era la mejor manera de organizar la producción y distribución de bienes y servicios.
Los neoclásicos creían en la ley de la oferta y la demanda, y argumentaban que los precios se ajustan de manera natural para equilibrar la oferta y la demanda en el mercado. También defendían que los individuos actúan racionalmente al tomar decisiones económicas, lo que permite que el mercado funcione con eficiencia.
Otra idea fundamental que defendían los neoclásicos era la importancia de la competencia en el mercado. Creían que la competencia era esencial para permitir la entrada de nuevas empresas en el mercado, así como para mantener a las empresas existentes enfocadas en ofrecer productos de alta calidad a precios competitivos.
En resumen, los neoclásicos defendían la economía de libre mercado, la ley de la oferta y la demanda, la racionalidad de los individuos en la toma de decisiones y la importancia de la competencia en el mercado. Estos principios siguen siendo fundamentales en la economía actual y siguen siendo objeto de debate y evolución continua.
El movimiento neoclásico surge en el siglo XVIII como una reacción al excesivo barroco y rococó de la época. Se caracteriza por el retorno a los valores clásicos de la antigua Grecia y Roma, dando lugar a una nueva estética visual y literaria.
El término "neoclásico" proviene de la combinación de dos palabras griegas: "neos", que significa "nuevo", y "clásico", que se refiere a los estilos artísticos de la antigua Grecia y Roma. Por lo tanto, el término se refiere a una nueva interpretación de los valores clásicos, llevados al contexto de la época moderna.
Los artistas neoclásicos se inspiran en la simplicidad, la proporción, la armonía y la belleza sobria de la antigua Grecia y Roma. La arquitectura neoclásica se manifiesta en la construcción de edificios imponentes con fachadas simétricas y columnas griegas o romanas. Por su parte, la literatura neoclásica se caracteriza por la búsqueda de la perfección formal y la imitación de los modelos clásicos.
En definitiva, el movimiento neoclásico se llama así porque constituye un renacimiento de los valores clásicos, adaptados al contexto de la época moderna. Esta corriente artística y literaria ha dejado una huella indeleble en la cultura europea y americana, siendo uno de los estilos más influyentes de la historia del arte occidental.