El pietismo fue un movimiento religioso que surgió en Alemania en el siglo XVII. Fue fundado por Philipp Jakob Spener, quien proponía una nueva forma de vivir la fe cristiana que se enfocaba en la devoción personal y la piedad, más que en la observancia de rituales y ceremonias.
Uno de los principales postulados del pietismo era que la salvación no se alcanzaba por medio de las obras, sino por medio de la fe en Cristo y una relación personal con él. Esto significaba que el pietismo enfatizaba la importancia de leer la Biblia y llevar una vida de oración y reflexión.
Además de la piedad personal, el pietismo también promovía el amor cristiano y la ayuda a los demás. Para los pietistas, la práctica de la caridad era esencial para tener una fe auténtica y viva. Por esta razón, muchos pietistas trabajaron en misiones y fundaron hospitales, escuelas y asilos.
El pietismo también tenía una postura crítica hacia la Iglesia establecida y la teología académica de la época. Los pietistas consideraban que estas instituciones habían perdido el verdadero sentido de la fe y se habían alejado de Cristo. Por lo tanto, el pietismo enfatizaba la necesidad de una renovación espiritual y una vuelta a los valores cristianos originales.
En resumen, el pietismo enseñaba una forma de vivir la fe cristiana basada en la devoción personal, el amor cristiano y la renovación espiritual. Aunque tuvo un impacto limitado en el mundo académico y eclesiástico de su época, el pietismo influyó en muchos movimientos religiosos posteriores y sigue siendo una corriente importante en el cristianismo actual.