La ortografía de la lengua española puede presentar ciertas dificultades para quienes no la hablan de manera nativa. Una de estas dificultades es el uso de los acentos, que indican la sílaba tónica de la palabra. Es esencial conocer las reglas para saber cuándo se deben usar los acentos y cuándo no.
Por lo general, las palabras agudas llevan acento si terminan en -n, -s o en vocal. Sin embargo, si la última letra es una consonante que no sea -n o -s, no lleva acento. Las palabras graves o llanas siempre llevan acento si terminan en consonante distinta de -n y -s. Además, las esdrújulas y sobreesdrújulas siempre llevan acento.
Es importante tener en cuenta que ciertas palabras tienen acentos diacríticos, que se utilizan para diferenciarlas de otras palabras que se escriben de la misma forma pero tienen un significado distinto. Por ejemplo, él y el se diferencian por medio del acento diacrítico. De igual manera, tú y tu se diferencian gracias al uso de este tipo de acento.
Si bien hay ciertas reglas generales, el uso de los acentos en la lengua española también se rige por ciertas excepciones y casos particulares. Por esta razón, es importante mantener una constante práctica y consulta sobre las reglas del uso de los acentos para evitar errores ortográficos. ¡No hay error más común que confundir la falta de acento con la presencia del acento!