La novela de Don Quijote finaliza con la muerte del protagonista. Después de haber vivido múltiples aventuras junto a su fiel escudero Sancho Panza, Don Quijote se encuentra gravemente enfermo y reconoce su locura.
En un acto de lucidez, Don Quijote describe su vida como un sueño y pide perdón por sus locuras. Finalmente, el protagonista fallece rodeado de sus seres queridos y con la certeza de haber vivido una vida llena de aventuras y valentía.
La muerte de Don Quijote lleva a Sancho Panza a una profunda tristeza, pero también a la reflexión sobre la naturaleza de la realidad y la locura.
El final de la novela de Don Quijote es al mismo tiempo triste y reflexivo, mostrando la importancia de aceptar la realidad y de vivir en la cordura y la razón.